La razón tiene toda la lógica posible. Hay que beber la misma cantidad de agua que sale del cuerpo para conseguir el balance hídrico. Es decir, el equilibrio. Como el cuerpo humano no es capaz de almacenar agua, hay que reponer toda la que se pierde a diario. Cogiendo como modelo a un varón de 70 kg de peso, en condiciones normales (clima seco y ligeramente frío y una vida sedentaria, sin ejercicio extra), de media elimina al día de dos a dos litros y medio de líquido. La misma cantidad que se debe restablecer.
Bebe agua SALUDABLE
Las principales pérdidas de líquido se producen por la orina (el volumen eliminado depende del número de vasos que se tomen) y las heces (de 200 a 300 ml al día) y por la piel (de 450 a 900 ml). Pero también hay que tener en cuenta que con la respiración -el aire se humedece tras su paso por la nariz- se ‘desperdician’ de 250 a 300 ml diarios. Si se intensifica el ejercicio, si hace más calor o si se tiene fiebre o diarrea, por ejemplo, se debe incrementar la cantidad de líquido.
No hay que olvidar que el cuerpo es muy sabio y gracias al sudor regula una temperatura corporal constante de unos 36 grados. Por este motivo, en verano es necesario aumentar la ingesta. Una dosis extra que puede provenir de las frutas típicas de esta estación: sandía, melón… con un alto porcentaje de agua en su composición. No hay que olvidar que la cifra de líquido aconsejada también incluye la cantidad presente en los alimentos.
Desde Agua Unika apostamos por ofrecer productos de mejora y tratamiento del agua, tanto equipos de ósmosis, como desalcificadores, equipos para hidrogenizar el agua etc. Bebiendo agua osmotizada conseguirás beber agua muy pura, gracias a que tiene un nivel de mineralización bajo y al ser más ligera, hace que bebamos más y se elimine con mayor rapidez, ayudando a depurar el organismo, especialmente en los procesos renales. Por lo tanto, es diurética.
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